sábado, 16 de junio de 2012

Puedo ser el séptimo de Caballería.

No te enseñan que después de cada caída, tienes que levantarte. Nadie te dice que en algún momento aunque estés rodeada de gente te sentirás sola. Ni que nada es tan fácil como dar uno de esos besos que de pequeña te dan asco. No te enseñan que el destino te da pero también te quita. Y que eres demasiado bipolar cuando rozas los quince. Sabes que cuando algo te quitan más lo quieres, y cuando lo tienes te aburre. Aunque eso lo aprendemos solos. Aprendemos a reírnos de nuestros errores y de cada tropiezo tonto. Antes que arrepentirnos de algo, es preferible verlo en su lado positivo, porque en su momento te hizo sonreír. Miras demasiado cuando no te miran. Y empiezas a valorar lo que realmente importa aunque también pierdas oportunidades. Vive y siente cada minuto, despreocúpate y déjate llevar, no habrá nada más bonito que la felicidad de ese instante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario