martes, 30 de octubre de 2012

As butterflies in my


 No lo saben todo, no saben lo mucho que   

                           te quiero.

Porque yo puedo volar... ¿Y tú?

Vuela pequeña... Vuela. Porque los problemas no alcanzan tan alto. Porque allí puedes ver las cosas desde arriba y no dentro de toda la mierda que te rodea ahí abajo... ¿No sabes volar? Tranquila. La clave está en dejarse caer lentamente en el lugar que tú creas más seguro del mundo, no sé, quizás tu propia cama. Ahí, te dejas elevar hasta las nubes, más bien hasta donde tu imaginación consiga alcanzar ese momento de paz. Ese momento inesistente pero que te tranquiliza. ¿Lo sientes? ¿Sientes que la gente se hace poco a poco más pequeña? Entonces es que vas por buen camino... Ahora busca en ti, que es lo que más te gustaría hacer. Quizás, un baño de rosas, o quizás si eres muy golosa de chocolate, aquí cada uno decide lo que le venga. ¿Ves? Ya dejaste hace rato los problemas atrás y ni siquiera te diste cuenta... Todo es tan fácil si vuelas pequeña, porque volar es la clave. Y hoy puedes ver, que no solo los pájaros tienes esa suerte, tú también tienes esa suerte.
                                                                       Porque yo puedo volar... ¿Y tú?


domingo, 28 de octubre de 2012

Ni tan lejos, ni tan cerca.


Vamos a ver, yo solo pido que el olor a café recién echo no provenga de mi madre y sus costumbre mañaneras. Me quedé grabado los muebles que ya avisté para mi próximo destino, nuestra casa. ¿Te imaginas? Sería como la rutina de ensueño. Esas con las que de pequeño piensas ¡quiero que sea tan grande como un castillo! Pero luego acabas en un piso. Dos habitaciones, un cuarto de baño y un pequeño salón. Peleas porque ocupo el espejo entero y tú no llegas a tu primer día de trabajo después de un fin de semana agotador. -Apartate un poco que no llego. +Quita, yo llegue primera. Y acaba la disputa en un beso.
En que la hora de la siesta nunca la vayamos a coger puntual por recuperar el tiempo separados. Y entonces te acuerdas de la hora de la ducha tan aburrida que era cuando estabas solo en casa... Ahora por lo menos puedes hacerlo en compañía. Y en vez de música, escuchas sus latidos, porque está cerca, porque estáis muy cerca. Como a ti siempre te había gustado estar. A su lado.

4 de Enero. No estás tan lejos.



Buenas pequeño. Siento que te echo de menos sin haberte tenido aún aquí. ¿Sabes? Tengo ganas de llevarte de la mano a todas partes y que te aferres a mi. Que aparezcas en mitad de la noche para pedirme dormir un ratito juntos porque tuviste una pesadilla. Oírte llamarme "tita", sí, eso estaría bien... Quiero ver como pones esas típicas caras que ponen los bebés que son tan graciosas y que emocionan a cualquiera. Tengo ganas de irnos a la playa juntos y fingir ser una enana para entretenerte. Quiero ver como creces a mi lado. Que tengamos que llevarte a la cama porque no te fuiste cuando te lo mandaron y quedarte un rato más aquí. Ver como desesperas a tu mamá por no parar de llorar y que no sepa el motivo. Porque estoy cansada de imaginarte y ya tengo ganas de abrazarte. Las cosas no van tan bien como esperábamos pequeño, pero aguarda vendrán tiempos mejores, tiempos contigo. Y te quiero, y sé que te quiero porque el día que me enteré de que existías no me lo creía pero, yo ya te quería, y te voy a querer siempre.

                                                                                     Hasta pronto, mi pequeño Tiago.

domingo, 21 de octubre de 2012

Se supone que estamos en el mismo bando, ¿no?

-¿Ya estas más calmada? Tía, eres rara, no, de verdad me rayas. Ayer estábamos tan bien y 
ahora llamas buscando batalla cuando no ha ocurrido nada, ósea, nada. Vale, es cierto, yo también tengo días de esos, me has aguantado y te lo agradezco, supongo que la relación tiene momentos, hoy por ti mañana por mí, y todo eso. De perdonar nada, si son cosas que pasan, de esto ni nos acordamos mañana. Sabes que yo las cosas las tengo bien claras y, nuestras buenas rachas compensan por mucho nuestras malas rachasLo que tenemos es que intentar calmarnos, somos compañerosTú me quieres, yo te quieroA veces es imposible llegar a entendernos, con eso de que yo soy de Marte y tú eres de Venus pero, tampoco es que haga falta. Y parte de la gracia está en la pelea, siempre y cuando sea sana. Ya estoy pensando en la reconciliación de mañana, vas a sudar, tú vente bien desayunada. ¿Bobo? Si, ya veras ya, trae ropa vieja, que voy a rompértela empelladas. A veces hablamos idiomas distintos, pero quien dice que sea necesario hablar para estar unidos. 


Que me la suuuuuuda

Me la suda ahora sí tengo que ir sola, o tengo que ir agarrada de alguien de la mano para que vean que tengo algo. Que me da igual si soy yo la que tiene que decir "oh, que pareja tan bonita", o soy la de la pareja bonita de la que alguien comenta el típico "mira que monos". Que me da igual si llueve y no puedo besar a alguien debajo de la lluvia, también puedo pisotear los charcos como una enana olvidándome de las ataduras, y no pensando en llevar una cámara para inmortalizar el momento de un beso. Quizás uno suene más bonito, incluso llame más la atención, pero mira paso ya de paranollas, de mirar fotos de otros para imaginar fotos mías, o mirar fotos mías, para recordar otros momentos, el tiempo pasa, y a los problemas se les tiene que plantar cara y que mejor que mirarlos con una sonrisa.

martes, 16 de octubre de 2012

Me disfrazo de ti.

En este cuarto hay mucho que hacer, y todo empezando porque no tengo con quién pasar el rato. Si mi cama está desecha, que más da. Si aún sigue mi plato en la mesa, que más da.
A ti ni te va ni te viene que hoy ande sola por los sofás de mi casa, de uno a otro para andar paseando. Vagando de autoestima por los cielos. Comiendo chocolate hasta hartarme, y así poner unos kilitos de más, aunque te gustaran de menos. 
Queriendo ver que harías tú en mi lugar. Espiarte mientras estás en tu propio cuarto. Si de vez en cuando hablas solo o eso es solo mito de solitarios. Si aunque estés borde haya alguien que te calme, así como las pastillas de ibuprofeno que nos matamos a tomar por un pequeño dolor de estómago. A veces pienso que no intentamos las cosas por misma vaguez. 
Que podemos tener el mismo paraíso delante de nuestros ojos y no apreciarlo. O no cuidarlo. Quizás por eso tampoco crea en esas parejas que se las pasan besándose en cada esquina que encuentran, aunque tampoco lo niego si tiene que pasarme de vez en cuando. Una de cal y otra de arena, así soy yo. Pero ahora no, ni escribo como antes, ni pienso en alguien en especial. Lo peor de todo es que no te pase nada porque cuando te pasa al menos tienes porque quejarte o porque mismo comerte la cabeza, las entrañas. Ahora me las paso mirando a las musarañas, quizás si un poco más libre, incluso igual de loca, pero no con los mismos motivos. Como se nota que el amor, a veces engancha y que, cuando quieres desengancharte te duele todo del mismo modo que cuando sufrías por él aunque con más motivo.