jueves, 27 de septiembre de 2012

Algún día ese número se quede ahí quieto.

Ahora sí sé que todos esos días, horas, incluso minutos han muerto. Te esperé en el mismo sueño de siempre, pero llegaste tarde.
Quince pasos del pasillo hacia tu cama y ni siquiera te volví a encontrar allí, quieto, esperándome... Tanto a mi, como a una simple llamada mía. O quizás tuya. Ya no había nada. Ya, no quedaba nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario