martes, 14 de agosto de 2012

-¿Una cena? +Con una condición... -Dime. +Tú serás el postre.

¿Qué haces ahí? Deja de hacer el tonto sin mi. Me haces falta, ¿no lo entiendes? Es que miro mi cama y al lado derecho le faltas tú. A mi me la suda si me caigo, tú acabarás cayendo conmigo para no sentirme tan patosa, ¿no?
Puede que me quede mirando al punto fijo de tu lunar detrás de la oreja, y que ahí solo sepa perderme en ello. Pero... ¿Quién no se pierde en ti? Hasta los rayos de sol se pelean por haber quién toca primero tu cuerpo al amanecer. Esa risa tan tuya que te sale cuando no paro de hacer la payasa. Esa risa tan tuya... Que se perdió entre los mares de mis pequeñas células. Recorriendo así todos y cada uno de los poros que recorre mi piel... Sí, eres mejor que cualquier droga. Y sí, también soy drogadicta de ti.
De tus ganas, de mis ganas. Ven... Veamos lo fácil que se vuelve todo con un poco de buena compañía. Con una condición... Tú serás el menú entero entonces.



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