martes, 31 de enero de 2012

Lo verdaderamente importante, no siempre estará contigo

Ya era tarde, después de sincerarnos un poco, de escuchar algunas canciones, entre ellas una que sabías que me encantaba. Decides que es momento de irte.
-Bueno... Me voy ya.
+Adiós.
Se sonríen.
Él, tira hacia delante, ella odia tener la última imagen de aquel día siendo sin ningún abrazo, así que tosió una vez que otra y dio una pequeña voz:
+¡Eh!
Él, la mira.
+Ven...
Y cuando él se acerca, sin comprender que pasaba, ella lo abraza. Y en ese instante, ya un poco más feliz, sólo le salen lágrimas; ella quería que ese abrazo durara para siempre.

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